Julio 19 - Proverbios 20, 21

Proverbios 20:1-30 SRV
1  EL vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora; Y cualquiera que por ello errare, no será sabio.

2  Como bramido de cachorro de león es el terror del rey: El que lo hace enfurecerse, peca contra su alma.

3  Honra es del hombre dejarse de contienda: Mas todo insensato se envolverá en ella.

4  El perezoso no ara á causa del invierno; Pedirá pues en la siega, y no hallará.

5  Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre: Mas el hombre entendido lo alcanzará.

6  Muchos hombres publican cada uno su liberalidad: Mas hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

7  El justo que camina en su integridad, Bienaventurados serán sus hijos después de él.

8  El rey que se sienta en el trono de juicio, Con su mirar disipa todo mal.

9  ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado?

10  Doble pesa y doble medida, Abominación son á Jehová ambas cosas.

11  Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su obra fuere limpia y recta.

12  El oído que oye, y el ojo que ve, Ambas cosas ha igualmente hecho Jehová.

13  No ames el sueño, porque no te empobrezcas; Abre tus ojos, y te hartarás de pan.

14  El que compra dice: Malo es, malo es: Mas en apartándose, se alaba.

15  Hay oro y multitud de piedras preciosas: Mas los labios sabios son vaso precioso.

16  Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño; Y tómale prenda al que fía la extraña.

17  Sabroso es al hombre el pan de mentira; Mas después su boca será llena de cascajo.

18  Los pensamientos con el consejo se ordenan: Y con industria se hace la guerra.

19  El que descubre el secreto, en chismes anda: No te entrometas, pues, con el que lisonjea con sus labios.

20  El que maldice á su padre ó á su madre, Su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa.

21  La herencia adquirida de priesa al principio, Aun su postrimería no será bendita.

22  No digas, yo me vengaré; Espera á Jehová, y él te salvará.

23  Abominación son á Jehová las pesas dobles; Y el peso falso no es bueno.

24  De Jehová son los pasos del hombre: ¿Cómo pues entenderá el hombre su camino?

25  Lazo es al hombre el devorar lo santo, Y andar pesquisando después de los votos.

26  El rey sabio esparce los impíos. Y sobre ellos hace tornar la rueda.

27  Candela de Jehová es el alma del hombre, Que escudriña lo secreto del vientre.

28  Misericordia y verdad guardan al rey; Y con clemencia sustenta su trono.

29  La gloria de los jóvenes es su fortaleza, Y la hermosura de los viejos la vejez.

30  Las señales de las heridas son medicina para lo malo: Y las llagas llegan á lo más secreto del vientre.

Proverbios 21:1-31 SRV
1  COMO los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová: A todo lo que quiere lo inclina.

2  Todo camino del hombre es recto en su opinión: Mas Jehová pesa los corazones.

3  Hacer justicia y juicio es á Jehová Más agradable que sacrificio.

4  Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y el brillo de los impíos, son pecado.

5  Los pensamientos del solícito ciertamente van á abundancia; Mas todo presuroso, indefectiblemente á pobreza.

6  Allegar tesoros con lengua de mentira, Es vanidad desatentada de aquellos que buscan la muerte.

7  La rapiña de los impíos los destruirá; Por cuanto no quisieron hacer juicio.

8  El camino del hombre perverso es torcido y extraño: Mas la obra del limpio es recta.

9  Mejor es vivir en un rincón de zaquizamí. Que con la mujer rencillosa en espaciosa casa.

10  El alma del impío desea mal: Su prójimo no le parece bien.

11  Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio; Y cuando se amonestare al sabio, aprenderá ciencia.

12  Considera el justo la casa del impío: Cómo los impíos son trastornados por el mal.

13  El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.

14  El presente en secreto amansa el furor, Y el don en el seno, la fuerte ira.

15  Alegría es al justo hacer juicio; Mas quebrantamiento á los que hacen iniquidad.

16  El hombre que se extravía del camino de la sabiduría, Vendrá á parar en la compañía de los muertos.

17  Hombre necesitado será el que ama el deleite: Y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá.

18  El rescate del justo es el impío, Y por los rectos el prevaricador.

19  Mejor es morar en tierra del desierto, Que con la mujer rencillosa é iracunda.

20  Tesoro codiciable y pingüe hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato lo disipará.

21  El que sigue la justicia y la misericordia, Hallará la vida, la justicia, y la honra.

22  La ciudad de los fuertes tomó el sabio, Y derribó la fuerza en que ella confiaba.

23  El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.

24  Soberbio y presuntuoso escarnecedor es el nombre Del que obra con orgullosa saña.

25  El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar.
26  Hay quien todo el día codicia: Mas el justo da, y no desperdicia.

27  El sacrificio de los impíos es abominación: ­Cuánto más ofreciéndolo con maldad!

28  El testigo mentiroso perecerá: Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho.

29  El hombre impío afirma rostro: Mas el recto ordena sus caminos.

30  No hay sabiduría, ni inteligencia, Ni consejo, contra Jehová.
31  El caballo se apareja para el día de la batalla: Mas de Jehová es el salvar.