Junio 30 - Salmos 89, 90, 91

Salmos 89:1-52 SRV
1  Masquil de Ethán Ezrahita. LAS misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; En generación y generación haré notoria tu verdad con mi boca.
2  Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; En los mismos cielos apoyarás tu verdad.
3  Hice alianza con mi escogido; Juré á David mi siervo: diciendo.
4  Para siempre confirmaré tu simiente, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.)

5  Y celebrarán los cielos tu maravilla, oh Jehová; Tu verdad también en la congregación de los santos.
6  Porque ¿quién en los cielos se igualará con Jehová? ¿Quién será semejante á Jehová entre los hijos de los potentados?
7  Dios terrible en la grande congregación de los santos, Y formidable sobre todos cuantos están alrededor suyo.
8  Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu verdad está en torno de ti.
9  Tú tienes dominio sobre la bravura de la mar: Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.
10  Tú quebrantaste á Rahab como á un muerto: Con el brazo de tu fortaleza esparciste á tus enemigos.
11  Tuyos los cielos, tuya también la tierra: El mundo y su plenitud, tú lo fundaste.
12  Al aquilón y al austro tú los criaste: Tabor y Hermón cantarán en tu nombre.
13  Tuyo el brazo con valentía; Fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra.
14  Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro.

15  Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte: Andarán, oh Jehová, á la luz de tu rostro.
16  En tu nombre se alegrarán todo el día; Y en tu justicia serán ensalzados.
17  Porque tú eres la gloria de su fortaleza; Y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno.
18  Porque Jehová es nuestro escudo; Y nuestro rey es el Santo de Israel.

19  Entonces hablaste en visión á tu santo, Y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre valiente; He ensalzado un escogido de mi pueblo.
20  Hallé á David mi siervo; Ungílo con el aceite de mi santidad.
21  Mi mano será firme con él, Mi brazo también lo fortificará.
22  No lo avasallará enemigo, Ni hijo de iniquidad lo quebrantará.
23  Mas yo quebrantaré delante de él á sus enemigos, Y heriré á sus aborrecedores.
24  Y mi verdad y mi misericordia serán con él; Y en mi nombre será ensalzado su cuerno.
25  Asimismo pondré su mano en la mar, Y en los ríos su diestra.
26  El me llamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salud.
27  Yo también le pondré por primogénito, Alto sobre los reyes de la tierra.
28  Para siempre le conservaré mi misericordia; Y mi alianza será firme con él.
29  Y pondré su simiente para siempre, Y su trono como los días de los cielos.
30  Si dejaren sus hijos mi ley, Y no anduvieren en mis juicios;
31  Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos;
32  Entonces visitaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades.
33  Mas no quitaré de él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad.
34  No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
35  Una vez he jurado por mi santidad, Que no mentiré á David.
36  Su simiente será para siempre, Y su trono como el sol delante de mí.
37  Como la luna será firme para siempre, Y como un testigo fiel en el cielo. (Selah.)

38  Mas tú desechaste y menospreciaste á tu ungido; Y te has airado con él.
39  Rompiste el pacto de tu siervo; Has profanado su corona hasta la tierra.
40  Aportillaste todos sus vallados; Has quebrantado sus fortalezas.
41  Menoscabáronle todos los que pasaron por el camino: Es oprobio á sus vecinos.
42  Has ensalzado la diestra de sus enemigos; Has alegrado á todos sus adversarios.
43  Embotaste asimismo el filo de su espada, Y no lo levantaste en la batalla.
44  Hiciste cesar su brillo, Y echaste su trono por tierra.
45  Has acortado los días de su juventud; Hasle cubierto de afrenta. (Selah.)
46  ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego?
47  Acuérdate de cuán corto sea mi tiempo: ¿Por qué habrás criado en vano á todos los hijos del hombre?
48  ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su vida del poder del sepulcro? (Selah.)
49  Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias, Que juraste á David por tu verdad?
50  Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; Oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos.
51  Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado, Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.
52  Bendito Jehová para siempre. Amén, y Amén.

Salmos 90:1-17 SRV
1  Oración de Moisés varón de Dios. SEÑOR, tú nos has sido refugio En generación y en generación.
2  Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
3  Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
4  Porque mil años delante de tus ojos, Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche.
5  Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño; Como la hierba que crece en la mañana:
6  En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca.

7  Porque con tu furor somos consumidos, Y con tu ira somos conturbados.
8  Pusiste nuestras maldades delante de ti, Nuestros yerros á la luz de tu rostro.
9  Porque todos nuestros días declinan á causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento.
10  Los días de nuestra edad son setenta años; Que si en los más robustos son ochenta años, Con todo su fortaleza es molestia y trabajo; Porque es cortado presto, y volamos.
11  ¿Quién conoce la fortaleza de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido?

12  Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.
13  Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.
14  Sácianos presto de tu misericordia: Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
15  Alégranos conforme á los días que nos afligiste, Y los años que vimos mal.
16  Aparezca en tus siervos tu obra, Y tu gloria sobre sus hijos.
17  Y sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros: Y ordena en nosotros la obra de nuestras manos, La obra de nuestras manos confirma.

Salmos 91:1-16 SRV
1  EL que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente.
2  Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré.
3  Y él te librará del lazo del cazador: De la peste destruidora.
4  Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad.
5  No tendrás temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de día;
6  Ni de pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del día destruya.
7  Caerán á tu lado mil, Y diez mil á tu diestra: Mas á ti no llegará.
8  Ciertamente con tus ojos mirarás, Y verás la recompensa de los impíos.

9  Porque tú has puesto á Jehová, que es mi esperanza. Al Altísimo por tu habitación,
10  No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.
11  Pues que á sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.
12  En las manos te llevarán, Porque tu pie no tropiece en piedra.
13  Sobre el león y el basilisco pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.
14  Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré: Pondrélo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
15  Me invocará, y yo le responderé: Con él estare yo en la angustia: Lo libraré, y le glorificaré.
16  Saciarélo de larga vida, Y mostraréle mi salud.