Junio 8 - Job 25, 26, 27, 28

Job 25:1-6 SRV
1  Y RESPONDIO Bildad Suhita, y dijo:
2  El señorío y el temor están con él: El hace paz en sus alturas.
3  ¿Tienen sus ejércitos número? ¿Y sobre quién no está su luz?
4  ¿Cómo pues se justificará el hombre con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
5  He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, Ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.
6  ¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, Y el hijo de hombre, también gusano?

Job 26:1-14 SRV
1  Y RESPONDIO Job, y dijo:
2  ¿En qué ayudaste al que no tiene fuerza? ¿Has amparado al brazo sin fortaleza?
3  ¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia, Y mostraste bien sabiduría?
4  ¿A quién has anunciado palabras, Y cuyo es el espíritu que de ti sale?

5  Cosas inanimadas son formadas Debajo de las aguas, y los habitantes de ellas.
6  El sepulcro es descubierto delante de él, Y el infierno no tiene cobertura.
7  Extiende el alquilón sobre vacío, Cuelga la tierra sobre nada.
8  Ata las aguas en sus nubes, Y las nubes no se rompen debajo de ellas.
9  El restriñe la faz de su trono, Y sobre él extiende su nube.
10  El cercó con término la superficie de las aguas, Hasta el fin de la luz y las tinieblas.
11  Las columnas del cielo tiemblan, Y se espantan de su reprensión.
12  El rompe la mar con su poder, Y con su entendimiento hiere la hinchazón suya.
13  Su espíritu adornó los cielos; Su mano crió la serpiente tortuosa.
14  He aquí, estas son partes de sus caminos: ­Mas cuán poco hemos oído de él! Porque el estruendo de sus fortalezas, ¿quién lo detendrá?

Job 27:1-23 SRV
1  Y REASUMIO Job su discurso, y dijo:
2  Vive Dios, el cual ha apartado mi causa, Y el Omnipotente, que amargó el alma mía,
3  Que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, Y hubiere hálito de Dios en mis narices,
4  Mis labios no hablarán iniquidad, Ni mi lengua pronunciará engaño.
5  Nunca tal acontezca que yo os justifique: Hasta morir no quitaré de mí mi integridad.
6  Mi justicia tengo asida, y no la cederé: No me reprochará mi corazón en el tiempo de mi vida.

7  Sea como el impío mi enemigo, Y como el inicuo mi adversario.
8  Porque ¿cuál es la esperanza del hipócrita, por mucho que hubiere robado, Cuando Dios arrebatare su alma?
9  ¿Oirá Dios su clamor Cuando la tribulación sobre él viniere?
10  ¿Deleitaráse en el Omnipotente? ¿Invocará á Dios en todo tiempo?

11  Yo os enseñaré en orden á la mano de Dios: No esconderé lo que hay para con el Omnipotente.
12  He aquí que todos vosotros lo habéis visto: ¿Por qué pues os desvanecéis con fantasía?
13  Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, Y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.
14  Si sus hijos fueren multiplicados, serán para el cuchillo; Y sus pequeños no se hartarán de pan;
15  Los que le quedaren, en muerte serán sepultados; Y no llorarán sus viudas.
16  Si amontonare plata como polvo, Y si preparare ropa como lodo;
17  Habrála él preparado, mas el justo se vestirá, Y el inocente repartirá la plata.
18  Edificó su casa como la polilla, Y cual cabaña que el guarda hizo.
19  El rico dormirá, mas no será recogido: Abrirá sus ojos, mas él no será.
20  Asirán de él terrores como aguas: Torbellino lo arrebatará de noche.
21  Lo antecogerá el solano, y partirá; Y tempestad lo arrebatará del lugar suyo.
22  Dios pues descargará sobre él, y no perdonará: Hará él por huir de su mano.
23  Batirán sus manos sobre él, Y desde su lugar le silbarán.

Job 28:1-28 SRV
1  CIERTAMENTE la plata tiene sus veneros, Y el oro lugar donde se forma.
2  El hierro se saca del polvo, Y de la piedra es fundido el metal.
3  A las tinieblas puso término, Y examina todo á la perfección, Las piedras que hay en la oscuridad y en la sombra de muerte.
4  Brota el torrente de junto al morador, Aguas que el pie había olvidado: Sécanse luego, vanse del hombre.
5  De la tierra nace el pan, Y debajo de ella estará como convertida en fuego.
6  Lugar hay cuyas piedras son zafiro, Y sus polvos de oro.
7  Senda que nunca la conoció ave, Ni ojo de buitre la vió:
8  Nunca la pisaron animales fieros, Ni león pasó por ella.
9  En el pedernal puso su mano, Y trastornó los montes de raíz.
10  De los peñascos cortó ríos, Y sus ojos vieron todo lo preciado.
11  Detuvo los ríos en su nacimiento, E hizo salir á luz lo escondido.
12  Empero ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la prudencia?
13  No conoce su valor el hombre, Ni se halla en la tierra de los vivientes.

14  El abismo dice: No está en mí: Y la mar dijo: Ni conmigo.
15  No se dará por oro, Ni su precio será á peso de plata.
16  No puede ser apreciada con oro de Ophir, Ni con onique precioso, ni con zafiro.
17  El oro no se le igualará, ni el diamante; Ni se trocará por vaso de oro fino.
18  De coral ni de perlas no se hará mención: La sabiduría es mejor que piedras preciosas.
19  No se igualará con ella esmeralda de Ethiopía; No se podrá apreciar con oro fino.

20  ¿De dónde pues vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
21  Porque encubierta está á los ojos de todo viviente, y á toda ave del cielo es oculta.
22  El infierno y la muerte dijeron: Su fama hemos oído con nuestros oídos.
23  Dios entiende el camino de ella, Y él conoce su lugar.
24  Porque él mira hasta los fines de la tierra, Y ve debajo de todo el cielo.
25  Al dar peso al viento, Y poner las aguas por medida;
26  Cuando él hizo ley á la lluvia, Y camino al relámpago de los truenos:
27  Entonces la veía él, y la manifestaba: Preparóla y descubrióla también.
28  Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal la inteligencia.