Deuteronomio 21:1-23 SRV
1 CUANDO fuere hallado en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas, muerto echado en el campo, y no se supiere quién lo hirió,
2 Entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán hasta las ciudades que están alrededor del muerto:
3 Y será, que los ancianos de aquella ciudad, de la ciudad más cercana al muerto, tomarán de la vacada una becerra que no haya servido, que no haya traído yugo;
4 Y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra á un valle áspero, que nunca haya sido arado ni sembrado, y cortarán el pescuezo á la becerra allí en el valle.
5 Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque á ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en nombre de Jehová; y por el dicho de ellos se determinará todo pleito y toda llaga.
6 Y todos los ancianos de aquella ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la becerra degollada en el valle.
7 Y protestarán, y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo vieron.
8 Expía á tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh Jehová; y no imputes la sangre inocente derramada en medio de tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.
9 Y tú quitarás la culpa de sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto en los ojos de Jehová.
10 Cuando salieres á la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,
11 Y vieres entre los cautivos alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer,
12 La meterás en tu casa; y ella raerá su cabeza, y cortará sus uñas,
13 Y se quitará el vestido de su cautiverio, y quedaráse en tu casa: y llorará á su padre y á su madre el tiempo de un mes: y después entrarás á ella, y tu serás su marido, y ella tu mujer.
14 Y será, si no te agradare, que la has de dejar en su libertad; y no la venderás por dinero, ni mercadearás con ella, por cuanto la afligiste.
15 Cuando un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le parieren hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida;
16 Será que, el día que hiciere heredar á sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura á los hijos de la amada en preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;
17 Mas al hijo de la aborrecida reconocerá por primogénito, para darle dos tantos de todo lo que se hallare que tiene: porque aquél es el principio de su fuerza, el derecho de la primogenitura es suyo.
18 Cuando alguno tuviere hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere á la voz de su padre ni á la voz de su madre, y habiéndolo castigado, no les obedeciere;
19 Entonces tomarlo han su padre y su madre, y lo sacarán á los ancianos de su ciudad, y á la puerta del lugar suyo;
20 Y dirán á los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece á nuestra voz; es glotón y borracho.
21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán con piedras, y morirá: así quitarás el mal de en medio de ti; y todo Israel oirá, y temerá.
22 Cuando en alguno hubiere pecado de sentencia de muerte, por el que haya de morir, y le habrás colgado de un madero,
23 No estará su cuerpo por la noche en el madero, mas sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldición de Dios es el colgado: y no contaminarás tu tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad.
Deuteronomio 22:1-30 SRV
1 NO verás el buey de tu hermano, ó su cordero, perdidos, y te retirarás de ellos: precisamente los volverás á tu hermano.
2 Y si tu hermano no fuere tu vecino, ó no le conocieres, los recogerás en tu casa, y estarán contigo hasta que tu hermano los busque, y se los devolverás.
3 Y así harás de su asno, así harás también de su vestido, y lo mismo harás con toda cosa perdida de tu hermano que se le perdiere, y tú la hallares: no podrás retraerte de ello.
4 No verás el asno de tu hermano, ó su buey, caídos en el camino, y te esconderás de ellos: con él has de procurar levantarlos.
5 No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es á Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
6 Cuando topares en el camino algún nido de ave en cualquier árbol, ó sobre la tierra, con pollos ó huevos, y estuviere la madre echada sobre los pollos ó sobre los huevos, no tomes la madre con los hijos:
7 Dejarás ir á la madre, y tomarás los pollos para ti; para que te vaya bien, y prolongues tus días.
8 Cuando edificares casa nueva, harás pretil á tu terrado, porque no pongas sangre en tu casa, si de él cayere alguno.
9 No sembrarás tu viña de varias semillas, porque no se deprave la plenitud de la semilla que sembraste, y el fruto de la viña.
10 No ararás con buey y con asno juntamente.
11 No te vestirás de mistura, de lana y lino juntamente.
12 Hacerte has flecos en los cuatro cabos de tu manto con que te cubrieres.
13 Cuando alguno tomare mujer, y después de haber entrado á ella la aborreciere,
14 Y le pusiere algunas faltas, y esparciere sobre ella mala fama, y dijere: Esta tomé por mujer, y llegué á ella, y no la hallé virgen;
15 Entonces el padre de la moza y su madre tomarán, y sacarán las señales de la virginidad de la doncella á los ancianos de la ciudad, en la puerta.
16 Y dirá el padre de la moza á los ancianos: Yo dí mi hija á este hombre por mujer, y él la aborrece;
17 Y, he aquí, él le pone tachas de algunas cosas, diciendo: No he hallado tu hija virgen; empero, he aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la sábana delante de los ancianos de la ciudad.
18 Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán;
19 Y le han de penar en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la moza, por cuanto esparció mala fama sobre virgen de Israel: y la ha de tener por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días.
20 Mas si este negocio fué verdad, que no se hubiere hallado virginidad en la moza,
21 Entonces la sacarán á la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán con piedras los hombres de su ciudad, y morirá; por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre: así quitarás el mal de en medio de ti.
22 Cuando se sorprendiere alguno echado con mujer casada con marido, entrambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer: así quitarás el mal de Israel.
23 Cuando fuere moza virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se echare con ella;
24 Entonces los sacaréis á ambos á la puerta de aquella ciudad, y los apedrearéis con piedras, y morirán; la moza porque no dió voces en la ciudad, y el hombre porque humilló á la mujer de su prójimo: así quitarás el mal de en medio de ti.
25 Mas si el hombre halló una moza desposada en la campo, y él la agarrare, y se echare con ella, morirá sólo el hombre que con ella se habrá echado;
26 Y á la moza no harás nada; no tiene la moza culpa de muerte: porque como cuando alguno se levanta contra su prójimo, y le quita la vida, así es esto:
27 Porque él la halló en el campo: dió voces la moza desposada, y no hubo quien la valiese.
28 Cuando alguno hallare moza virgen, que no fuere desposada, y la tomare, y se echare con ella, y fueren hallados;
29 Entonces el hombre que se echó con ella dará al padre de la moza cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló: no la podrá despedir en todos sus días.
30 No tomará alguno la mujer de su padre, ni descubrirá el regazo de su padre.
Deuteronomio 23:1-25 SRV
1 NO entrará en la congregación de Jehová el que fuere quebrado, ni el castrado.
2 No entrará bastardo en la congregación de Jehová: ni aun en la décima generación entrará en la congregación de Jehová.
3 No entrará Ammonita ni Moabita en la congregación de Jehová; ni aun en la décima generación entrará en la congregación de Jehová para siempre:
4 Por cuanto no os salieron á recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto; y porque alquiló contra ti á Balaam hijo de Beor de Pethor de Mesopotamia de Siria, para que te maldijese.
5 Mas no quiso Jehová tu Dios oir á Balaam; y Jehová tu Dios te volvió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.
6 No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.
7 No abominarás al Idumeo, que tu hermano es: no abominarás al egipcio, que extranjero fuiste en su tierra.
8 Los hijos que nacieren de ellos, á la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová.
9 Cuando salieres á campaña contra tus enemigos, guárdate de toda cosa mala.
10 Cuando hubiere en ti alguno que no fuere limpio por accidente de noche, saldráse del campo, y no entrará en él.
11 Y será que al declinar de la tarde se lavará con agua, y cuando fuere puesto el sol, entrará en el campo.
12 Y tendrás un lugar fuera del real, y saldrás allá fuera;
13 Tendrás también una estaca entre tus armas; y será que, cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento:
14 Porque Jehová tu Dios anda por medio de tu campo, para librarte y entregar tus enemigos delante de ti; por tanto será tu real santo: porque él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.
15 No entregarás á su señor el siervo que se huyere á ti de su amo:
16 More contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde bien le estuviere: no le harás fuerza.
17 No habrá ramera de las hijas de Israel, ni habrá sodomítico de los hijos de Israel.
18 No traerás precio de ramera, ni precio de perro á la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es á Jehová tu Dios así lo uno como lo otro.
19 No tomarás de tu hermano logro de dinero, ni logro de comida, ni logro de cosa alguna que se suele tomar.
20 Del extraño tomarás logro, mas de tu hermano no lo tomarás, porque te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos sobre la tierra á la cual entras para poseerla.
21 Cuando prometieres voto á Jehová tu Dios, no tardarás en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y habría en ti pecado.
22 Mas cuando te abstuvieres de prometer, no habrá en ti pecado.
23 Guardarás lo que tus labios pronunciaren; y harás, como prometiste á Jehová tu Dios, lo que de tu voluntad hablaste por tu boca.
24 Cuando entrares en la viña de tu prójimo, comerás uvas hasta saciar tu deseo: mas no pondrás en tu vaso.
25 Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz á la mies de tu prójimo.