Diciembre 3 - 1 Corintios 11, 12, 13

1 Corintios 11:1-34 SRV
1  SED imitadores de mí, así como yo de Cristo.
2  Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os enseñé.
3  Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.
4  Todo varón que ora ó profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza.
5  Mas toda mujer que ora ó profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se rayese.
6  Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también: y si es deshonesto á la mujer trasquilarse ó raerse, cúbrase.
7  Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios: mas la mujer es gloria del varón.
8  Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón.
9  Porque tampoco el varón fué criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.
10  Por lo cual, la mujer debe tener señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.
11  Mas ni el varón sin la mujer, ni la mujer sin el varón, en el Señor.
12  Porque como la mujer es del varón, así también el varón es por la mujer: empero todo de Dios.
13  Juzgad vosotros mismos: ¿es honesto orar la mujer á Dios no cubierta?
14  La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello?
15  Por el contrario, á la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.
16  Con todo eso, si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

17  Esto empero os denuncio, que no alabo, que no por mejor sino por peor os juntáis.
18  Porque lo primero, cuando os juntáis en la iglesia, oigo que hay entre vosotros disensiones; y en parte lo creo.
19  Porque preciso es que haya entre vosotros aun herejías, para que los que son probados se manifiesten entre vosotros.
20  Cuando pues os juntáis en uno, esto no es comer la cena del Señor.
21  Porque cada uno toma antes para comer su propia cena; y el uno tiene hambre, y el otro está embriagado.
22  Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿ó menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis á los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿os alabaré? En esto no os alabo.

23  Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fué entregado, tomó pan;
24  Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros es partido: haced esto en memoria de mí.
25  Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre: haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.
26  Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga.
27  De manera que, cualquiera que comiere este pan ó bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
28  Por tanto, pruébese cada uno á sí mismo, y coma así de aquel pan, y beba de aquella copa.
29  Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor.
30  Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen.
31  Que si nos examinásemos á nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados.
32  Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
33  Así, que, hermanos míos, cuando os juntáis á comer, esperaos unos á otros.
34  Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, porque no os juntéis para juicio. Las demás cosas ordenaré cuando llegare.

1 Corintios 12:1-31 SRV
1  Y ACERCA de los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ignoréis.
2  Sabéis que cuando erais Gentiles, ibais, como erais llevados, a los ídolos mudos.
3  Por tanto os hago saber, que nadie que hable por Espíritu de Dios, llama anatema á Jesús; y nadie puede llamar á Jesús Señor, sino por Espíritu Santo.
4  Empero hay repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es.
5  Y hay repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es.
6  Y hay repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es el que obra todas las cosas en todos.
7  Empero á cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho.
8  Porque á la verdad, á éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; á otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
9  A otro, fe por el mismo Espíritu, y á otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;
10  A otro, operaciones de milagros, y á otro, profecía; y á otro, discreción de espíritus; y á otro, géneros de lenguas; y á otro, interpretación de lenguas.
11  Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente á cada uno como quiere.

12  Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo.
13  Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos ó Griegos, ora siervos ó libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.
14  Pues ni tampoco el cuerpo es un miembro, sino muchos.
15  Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo?
16  Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo?
17  Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?
18  Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como quiso.
19  Que si todos fueran un miembro, ¿dónde estuviera el cuerpo?
20  Mas ahora muchos miembros son á la verdad, empero un cuerpo.
21  Ni el ojo puede decir á la mano: No te he menester: ni asimismo la cabeza á los pies: No tengo necesidad de vosotros.
22  Antes, mucho más los miembros del cuerpo que parecen más flacos, son necesarios;
23  Y á aquellos del cuerpo que estimamos ser más viles, á éstos vestimos más honrosamente; y los que en nosotros son menos honestos, tienen más compostura.
24  Porque los que en nosotros son más honestos, no tienen necesidad: mas Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba;
25  Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se interesen los unos por los otros.
26  Por manera que si un miembro padece, todos los miembros á una se duelen; y si un miembro es honrado, todos los miembros á una se gozan.

27  Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte.
28  Y á unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores; luego facultades; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas.
29  ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos doctores? ¿todos facultades?
30  ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?
31  Empero procurad los mejores dones; mas aun yo os muestro un camino más excelente.

1 Corintios 13:1-13 SRV
1  SI yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe.
2  Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy.
3  Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.

4  La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha;
5  No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
6  No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad;
7  Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

8  La caridad nunca deja de ser: mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada;
9  Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
10  Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado.
11  Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fuí hombre hecho, dejé lo que era de niño.
12  Ahora vemos por espejo, en obscuridad; mas entonces veremos cara á cara: ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
13  Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.