Julio 10 - Salmos 135, 136, 137, 138, 139

Salmos 135:1-21 SRV
1  Aleluya. ALABAD el nombre de Jehová; Alabad le, siervos de Jehová;
2  Los que estáis en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de nuestro Dios.
3  Alabad á JAH, porque es bueno Jehová: Cantad salmos á su nombre, porque es suave.
4  Porque JAH ha escogido á Jacob para sí, A Israel por posesión suya.

5  Porque yo se que Jehová es grande, Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.
6  Todo lo que quiso Jehová, ha hecho En los cielos y en la tierra, en las mares y en todos los abismos.
7  El hace subir las nubes del cabo de la tierra; El hizo los relámpagos para la lluvia; El saca los vientos de sus tesoros.
8  El es el que hirió los primogénitos de Egipto, Desde el hombre hasta la bestia.
9  Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, Sobre Faraón, y sobre todos sus siervos.
10  El que hirió muchas gentes, Y mató reyes poderosos:
11  A Sehón rey Amorrheo, Y á Og rey de Basán, Y á todos los reinos de Canaán.
12  Y dió la tierra de ellos en heredad, En heredad á Israel su pueblo.
13  Oh Jehová, eterno es tu nombre; Tu memoria, oh Jehová para generación y generación.
14  Porque juzgará Jehová su pueblo, Y arrepentiráse sobre sus siervos.

15  Los ídolos de las gentes son plata y oro, Obra de manos de hombres.
16  Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven;
17  Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay espíritu en sus bocas.
18  Como ellos son los que los hacen; Todos los que en ellos confían.
19  Casa de Israel, bendecid á Jehová: Casa de Aarón, bendecid á Jehová:
20  Casa de Leví, bendecid á Jehová: Los que teméis á Jehová, bendecid á Jehová:
21  Bendito de Sión Jehová, Que mora en Jerusalem. Aleluya.

Salmos 136:1-26 SRV
1  ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
2  Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia.
3  Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia.
4  Al solo que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia.
5  Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia.
6  Al que tendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia;
7  Al que hizo las grandes luminarias, Porque para siempre es su misericordia;
8  El sol para que dominase en el día, Porque para siempre es su misericordia;
9  La luna y las estrellas para que dominasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia.

10  Al que hirió á Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia.
11  Al que sacó á Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia;
12  Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia.
13  Al que dividió el mar Bermejo en partes, Porque para siempre es su misericordia;
14  E hizo pasar á Israel por medio de él, Porque para siempre es su misericordia;
15  Y arrojó á Faraón y á su ejército en el mar Bermejo, Porque para siempre es su misericordia.
16  Al que pastoreó á su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia.
17  Al que hirió grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia;
18  Y mató reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia;
19  A Sehón rey Amorrheo, Porque para siempre es su misericordia,
20  Y á Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia;
21  Y dió la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia;
22  En heredad á Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia.

23  El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia;
24  Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia.
25  El da mantenimiento á toda carne, Porque para siempre es su misericordia.
26  Alabad al Dios de los cielos: Porque para siempre es su misericordia.

Salmos 137:1-9 SRV
1  JUNTO á los ríos de Babilonia, Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, Acordándonos de Sión.
2  Sobre los sauces en medio de ella Colgamos nuestras arpas.
3  Y los que allí nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:
4  Cantadnos algunos de los himnos de Sión. ¿Cómo cantaremos canción de Jehová En tierra de extraños?
5  Si me olvidare de ti, oh Jerusalem, Mi diestra sea olvidada.
6  Mi lengua se pegue á mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no ensalzare á Jerusalem Como preferente asunto de mi alegría.

7  Acuérdate, oh Jehová, de los hijos de Edom En el día de Jerusalem; Quienes decían: Arrasadla, arrasadla Hasta los cimientos.
8  Hija de Babilonia destruída, Bienaventurado el que te diere el pago De lo que tú nos hiciste.
9  Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños Contra las piedras.

Salmos 138:1-8 SRV
1  Salmo de David. ALABARTE he con todo mi corazón: Delante de los dioses te cantaré salmos.
2  Encorvaréme al templo de tu santuario, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad: Porque has hecho magnífico tu nombre, y tu dicho sobre todas las cosas.
3  En el día que clamé, me respondiste; Esforzásteme con fortaleza en mi alma.
4  Confesarte han, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Cuando habrán oído los dichos de tu boca.
5  Y cantarán de los caminos de Jehová: Que la gloria de Jehová es grande.

6  Porque el alto Jehová atiende al humilde; Mas al altivo mira de lejos.
7  Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás: Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y salvaráme tu diestra.
8  Jehová cumplirá por mí: Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No dejarás la obra de tus manos.

Salmos 139:1-24 SRV
1  Al Músico principal: Salmo de David. OH Jehová, tú me has examinado y conocido.
2  Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3  Mi senda y mi acostarme has rodeado, Y estás impuesto en todos mis caminos.
4  Pues aun no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
5  Detrás y delante me guarneciste, Y sobre mí pusiste tu mano.
6  Más maravillosa es la ciencia que mi capacidad; Alta es, no puedo comprenderla.

7  ¿Adónde me iré de tu espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?
8  Si subiere á los cielos, allí estás tú: Y si en abismo hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás.
9  Si tomare las alas del alba, Y habitare en el extremo de la mar,
10  Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
11  Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá tocante á mí.
12  Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día: Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13  Porque tú poseiste mis riñones; Cubrísteme en el vientre de mi madre.
14  Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho.
15  No fué encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fuí formado, Y compaginado en lo más bajo de la tierra.
16  Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

17  Así que ­cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ­Cuán multiplicadas son sus cuentas!
18  Si los cuento, multiplícanse más que la arena: Despierto, y aun estoy contigo.
19  De cierto, oh Dios, matarás al impío; Apartaos pues de mí, hombres sanguinarios.
20  Porque blasfemias dicen ellos contra ti: Tus enemigos toman en vano tu nombre
21  ¿No tengo en odio, oh Jehová, á los que te aborrecen, Y me conmuevo contra tus enemigos?
22  Aborrézcolos con perfecto odio; Téngolos por enemigos.
23  Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: Pruébame y reconoce mis pensamientos:
24  Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.