Junio 13 - Job 41, 42, Salmos 1, 2, 3, 4

Job 41:1-34 SRV
1  ¿SACARAS tú al leviathán con el anzuelo, O con la cuerda que le echares en su lengua?
2  ¿Pondrás tú garfio en sus narices, Y horadarás con espinas su quijada?
3  ¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Hablaráte él lisonjas?
4  ¿Hará concierto contigo Para que lo tomes por siervo perpetuo?
5  ¿Jugarás tú con él como con pájaro, O lo atarás para tus niñas?
6  ¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Partiránlo entre los mercaderes?
7  ¿Cortarás tú con cuchillo su cuero, O con asta de pescadores su cabeza?
8  Pon tu mano sobre él; Te acordarás de la batalla, y nunca más tornarás.
9  He aquí que la esperanza acerca de él será burlada; Porque aun á su sola vista se desmayarán.
10  Nadie hay tan osado que lo despierte: ¿Quién pues podrá estar delante de mí?

11  ¿Quién me ha anticipado, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.
12  Yo no callaré sus miembros, Ni lo de sus fuerzas y la gracia de su disposición.
13  ¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se llegará á él con freno doble?
14  ¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Los órdenes de sus dientes espantan.
15  La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente.
16  El uno se junta con el otro, Que viento no entra entre ellos.
17  Pegado está el uno con el otro, Están trabados entre sí, que no se pueden apartar.
18  Con sus estornudos encienden lumbre, Y sus ojos son como los párpados del alba.
19  De su boca salen hachas de fuego, Centellas de fuego proceden.
20  De sus narices sale humo, Como de una olla ó caldero que hierve.
21  Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama.
22  En su cerviz mora la fortaleza, Y espárcese el desaliento delante de él.
23  Las partes momias de su carne están apretadas: Están en él firmes, y no se mueven.
24  Su corazón es firme como una piedra, Y fuerte como la muela de abajo.
25  De su grandeza tienen temor los fuertes, Y á causa de su desfallecimiento hacen por purificarse.
26  Cuando alguno lo alcanzare, ni espada, Ni lanza, ni dardo, ni coselete durará.
27  El hierro estima por pajas, Y el acero por leño podrido.
28  Saeta no le hace huir; Las piedras de honda se le tornan aristas.
29  Tiene toda arma por hojarascas, Y del blandir de la pica se burla.
30  Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudez en el suelo.
31  Hace hervir como una olla la profunda mar, Y tórnala como una olla de ungüento.
32  En pos de sí hace resplandecer la senda, Que parece que la mar es cana.
33  No hay sobre la tierra su semejante, Hecho para nada temer.
34  Menosprecia toda cosa alta: Es rey sobre todos los soberbios.

Job 42:1-17 SRV
1  Y RESPONDIO Job á Jehová, y dijo:
2  Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
3  ¿Quién es el que oscurece el consejo sin ciencia? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; Cosas que me eran ocultas, y que no las sabía.
4  Oye te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás.
5  De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.
6  Por tanto me aborrezco, y me arrepiento En el polvo y en la ceniza.

7  Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras á Job, Jehová dijo á Eliphaz Temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros: porque no habéis hablado por mí lo recto, como mi siervo Job.
8  Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rectitud, como mi siervo Job.
9  Fueron pues Eliphaz Temanita, y Bildad Suhita, y Sophar Naamatita, é hicieron como Jehová les dijo: y Jehová atendió á Job.

10  Y mudó Jehová la aflicción de Job, orando él por sus amigos: y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.
11  Y vinieron é él todos sus hermanos, y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y condoliéronse de él, y consoláronle de todo aquel mal que sobre él había Jehová traído; y cada uno de ellos le dió una pieza de moneda, y un zarcillo de oro.
12  Y bendijo Jehová la postrimería de Job más que su principio; porque tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas.
13  Y tuvo siete hijos y tres hijas.
14  Y llamó el nombre de la una, Jemimah, y el nombre de la segunda, Cesiah, y el nombre de la tercera, Keren-happuch.
15  Y no se hallaron mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra: y dióles su padre herencia entre sus hermanos.
16  Y después de esto vivió Job ciento y cuarenta años, y vió á sus hijos, y á los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
17  Murió pues Job viejo, y lleno de días.

Salmos 1:1-6 SRV
1  BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2  Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
3  Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

4  No así los malos: Sino como el tamo que arrebata el viento.
5  Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.
6  Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

Salmos 2:1-12 SRV
1  ¿POR qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan vanidad?
2  Estarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová, y contra su ungido, diciendo:
3  Rompamos sus coyundas, Y echemos de nosotros sus cuerdas.
4  El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos.
5  Entonces hablará á ellos en su furor, Y turbarálos con su ira.
6  Yo empero he puesto mi rey Sobre Sión, monte de mi santidad.

7  Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
8  Pídeme, y te daré por heredad las gentes, Y por posesión tuya los términos de la tierra.
9  Quebrantarlos has con vara de hierro: Como vaso de alfarero los desmenuzarás.

10  Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.
11  Servid á Jehová con temor, Y alegraos con temblor.
12  Besad al Hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino, Cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.

Salmos 3:1-8 SRV
1  Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalom su hijo. ­OH Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.
2  Muchos dicen de mi vida: No hay para él salud en Dios. (Selah.)
3  Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.

4  Con mi voz clamé á Jehová, Y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)
5  Yo me acosté, y dormí, Y desperté; porque Jehová me sostuvo.
6  No temeré de diez millares de pueblos, Que pusieren cerco contra mí.
7  Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío: Porque tú heriste á todos mis enemigos en la quijada; Los dientes de los malos quebrantaste.
8  De Jehová es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)

Salmos 4:1-8 SRV
1  Al Músico principal: sobre Neginoth: Salmo de David. RESPONDEME cuando clamo, oh Dios de mi justicia: Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar: Ten misericordia de mí, y oye mi oración.
2  Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.)
3  Sabed pues, que Jehová hizo apartar al pío para sí: Jehová oirá cuando yo á él clamare.
4  Temblad, y no pequéis: Conversad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y desistid. (Selah.)
5  Ofreced sacrificios de justicia, Y confiad en Jehová.

6  Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
7  Tú diste alegría en mi corazón, Más que tienen ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.
8  En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me harás estar confiado.