Junio 17 - Salmos 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28

Salmos 22:1-31 SRV
1  Al Músico principal, sobre Ajeleth-sahar Salmo de David. DIOS mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?
2  Dios mío, clamo de día, y no oyes; Y de noche, y no hay para mí silencio.
3  Tú empero eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4  En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste.
5  Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron.
6  Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.
7  Todos los que me ven, escarnecen de mí; Estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:
8  Remítese á Jehová, líbrelo; Sálvele, puesto que en él se complacía.
9  Empero tú eres el que me sacó del vientre, El que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre.
10  Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

11  No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.
12  Hanme rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.
13  Abrieron sobre mí su boca, Como león rapante y rugiente.
14  Heme escurrido como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón fué como cera, Desliéndose en medio de mis entrañas.
15  Secóse como un tiesto mi vigor, Y mi lengua se pegó á mi paladar; Y me has puesto en el polvo de la muerte.
16  Porque perros me han rodeado, Hame cercado cuadrilla de malignos: Horadaron mis manos y mis pies.
17  Contar puedo todos mis huesos; Ellos miran, considéranme.
18  Partieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.
19  Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.
20  Libra de la espada mi alma; Del poder del perro mi única.
21  Sálvame de la boca del león, Y óyeme librándome de los cuernos de los unicornios.

22  Anunciaré tu nombre á mis hermanos: En medio de la congregación te alabaré.
23  Los que teméis á Jehová, alabadle; Glorificadle, simiente toda de Jacob; Y temed de él, vosotros, simiente toda de Israel.
24  Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó á él, oyóle.
25  De ti será mi alabanza en la grande congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen.
26  Comerán los pobres, y serán saciados: Alabarán á Jehová los que le buscan: Vivirá vuestro corazón para siempre.
27  Acordarse han, y volveránse á Jehová todos los términos de la tierra; Y se humillarán delante de ti todas las familias de las gentes.
28  Porque de Jehová es el reino; Y él se enseñoreará de las gentes.
29  Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra: Postraránse delante de él todos los que descienden al polvo, Si bien ninguno puede conservar la vida á su propia alma.
30  La posteridad le servirá; Será ella contada por una generación de Jehová.
31  Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, Su justicia que él hizo.

Salmos 23:1-6 SRV
1  Salmo de David. JEHOVA es mi pastor; nada me faltará.
2  En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará.
3  Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre.
4  Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5  Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.
6  Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Salmos 24:1-10 SRV
1  Salmo de David. DE Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
2  Porque él la fundó sobre los mares, Y afirmóla sobre los ríos.

3  ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad?
4  El limpio de manos, y puro de corazón: El que no ha elevado su alma á la vanidad, Ni jurado con engaño.
5  El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salud.
6  Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. (Selah.)

7  Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
8  ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.
9  Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
10  ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. (Selah.)

Salmos 25:1-22 SRV
1  Salmo de David. A TI, oh Jehová, levantaré mi alma.
2  Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.
3  Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4  Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.
5  Encamíname en tu verdad, y enséñame; Porque tú eres el Dios de mi salud: En ti he esperado todo el día.
6  Acuérdate, oh Jehová, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, Que son perpetuas.
7  De los pecados de mi mocedad, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme á tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.

8  Bueno y recto es Jehová: Por tanto él enseñará á los pecadores el camino.
9  Encaminará á los humildes por el juicio, Y enseñará á los mansos su carrera.
10  Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
11  Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado; porque es grande.
12  ¿Quién es el hombre que teme á Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger.
13  Su alma reposará en el bien, Y su simiente heredará la tierra.
14  El secreto de Jehová es para los que le temen; Y á ellos hará conocer su alianza.

15  Mis ojos están siempre hacia Jehová; Porque él sacará mis pies de la red.
16  Mírame, y ten misericordia de mí; Porque estoy solo y afligido.
17  Las angustias de mi corazón se han aumentado: Sácame de mis congojas.
18  Mira mi aflicción y mi trabajo: Y perdona todos mis pecados.
19  Mira mis enemigos, que se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen.
20  Guarda mi alma, y líbrame: No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
21  Integridad y rectitud me guarden; Porque en ti he esperado.
22  Redime, oh Dios, á Israel De todas sus angustias.

Salmos 26:1-12 SRV
1  Salmo de David. JUZGAME, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado: Confiado he asimismo en Jehová, no vacilaré.
2  Pruébame, oh Jehová, y sondéame: Examina mis riñones y mi corazón.
3  Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y en tu verdad ando.
4  No me he sentado con hombres de falsedad; Ni entré con los que andan encubiertamente.
5  Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté.

6  Lavaré en inocencia mis manos, Y andaré alrededor de tu altar, oh Jehová:
7  Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas.
8  Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar del tabernáculo de tu gloria.
9  No juntes con los pecadores mi alma, Ni con los hombres de sangres mi vida:
10  En cuyas manos está el mal, Y su diestra está llena de sobornos.
11  Yo empero andaré en mi integridad: Redímeme, y ten misericordia de mí.
12  Mi pie ha estado en rectitud: En las congregaciones bendeciré á Jehová.

Salmos 27:1-14 SRV
1  Salmo de David. JEHOVA es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?
2  Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3  Aunque se asiente campo contra mí, No temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, Yo en esto confío.
4  Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
5  Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Ocultaráme en lo reservado de su pabellón; Pondráme en alto sobre una roca.
6  Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí: Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y salmearé á Jehová.

7  Oye, oh Jehová, mi voz con que á ti clamo; Y ten misericordia de mí, respóndeme.
8  Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová.
9  No escondas tu rostro de mí, No apartes con ira á tu siervo: Mi ayuda has sido; No me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.
10  Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Jehová con todo me recogerá.
11  Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud, A causa de mis enemigos.
12  No me entregues á la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
13  Hubiera yo desmayado, si no creyese que tengo de ver la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes.
14  Aguarda á Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón: Sí, espera á Jehová.

Salmos 28:1-9 SRV
1  Salmo de David. A TI clamaré, oh Jehová, Fortaleza mía: no te desentiendas de mí; Porque no sea yo, dejándome tú, Semejante á los que descienden al sepulcro.
2  Oye la voz de mis ruegos cuando clamo á ti, Cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad.
3  No me arrebates á una con los malos, Y con los que hacen iniquidad: Los cuales hablan paz con sus prójimos, Y la maldad está en su corazón.
4  Dales conforme á su obra, y conforme á la malicia de sus hechos: Dales conforme á la obra de sus manos, Dales su paga.
5  Porque no atendieron á las obras de Jehová, Ni al hecho de sus manos, Derribarálos, y no los edificará.

6  Bendito Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.
7  Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En él esperó mi corazón, y fuí ayudado; Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi canción le alabaré.
8  Jehová es su fuerza, Y la fortaleza de las saludes de su ungido.
9  Salva á tu pueblo, y bendice á tu heredad; Y pastoréalos y ensálzalos para siempre.