Junio 24 - Salmos 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67

Salmos 61:1-8 SRV
1  Al Músico principal: sobre Neginoth: Salmo de David. OYE, oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende.
2  Desde el cabo de la tierra clamaré á ti, cuando mi corazón desmayare: A la peña más alta que yo me conduzcas.
3  Porque tú has sido mi refugio, Y torre de fortaleza delante del enemigo.
4  Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre: Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.

5  Porque tú, oh Dios, has oído mis votos, Has dado heredad á los que temen tu nombre.
6  Días sobre días añadirás al rey: Sus años serán como generación y generación.
7  Estará para siempre delante de Dios: Misericordia y verdad prepara que lo conserven.
8  Así cantaré tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día.

Salmos 62:1-12 SRV
1  Al Músico principal: á Jeduthúm: Salmo de David. EN Dios solamente está callada mi alma: De él viene mi salud.
2  El solamente es mi fuerte, y mi salud; Es mi refugio, no resbalaré mucho.
3  ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre? Pereceréis todos vosotros, Caeréis como pared acostada, como cerca ruinosa.
4  Solamente consultan de arrojarle de su grandeza; Aman la mentira, Con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah.)
5  Alma mía, en Dios solamente reposa; Porque de él es mi esperanza.
6  El solamente es mi fuerte y mi salud: Es mi refugio, no resbalaré.
7  En Dios está mi salvación y mi gloria: En Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio.

8  Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón: Dios es nuestro amparo. (Selah.)
9  Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón: Pesándolos á todos igualmente en la balanza, Serán menos que la vanidad.
10  No confiéis en la violencia, Ni en la rapiña; no os envanezcáis: Si se aumentare la hacienda, no pongáis el corazón en ella.
11  Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es la fortaleza.
12  Y de ti, oh Señor, es la misericordia: Porque tú pagas á cada uno conforme á su obra.

Salmos 63:1-11 SRV
1  Salmo de David, estando en el desierto de Judá. DIOS, Dios mío eres tú: levantaréme á ti de mañana: Mi alma tiene sed de ti, mi carne te desea, En tierra de sequedad y transida sin aguas;
2  Para ver tu fortaleza y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario.

3  Porque mejor es tu misericordia que la vida: Mis labios te alabarán.
4  Así te bendeciré en mi vida: En tu nombre alzaré mis manos.
5  Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
6  Cuando me acordaré de ti en mi lecho, Cuando meditaré de ti en las velas de la noche.

7  Porque has sido mi socorro; Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
8  Está mi alma apegada á ti: Tu diestra me ha sostenido.
9  Mas los que para destrucción buscaron mi alma, Caerán en los sitios bajos de la tierra.
10  Destruiránlos á filo de espada; Serán porción de las zorras.
11  Empero el rey se alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que por él jura: Porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.

Salmos 64:1-10 SRV
1  Al Músico principal: Salmo de David. ESCUCHA, oh Dios, mi voz en mi oración: Guarda mi vida del miedo del enemigo.
2  Escóndeme del secreto consejo de los malignos; De la conspiración de los que obran iniquidad:
3  Que amolaron su lengua como cuchillo, Y armaron por su saeta palabra amarga;
4  Para asaetear á escondidas al íntegro: De improviso lo asaetean, y no temen.
5  Obstinados en su inicuo designio, Tratan de esconder los lazos, Y dicen: ¿Quién los ha de ver?
6  Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta; Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como el corazón, es profundo.

7  Mas Dios los herirá con saeta; De repente serán sus plagas.
8  Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas: Se espantarán todos los que los vieren.
9  Y temerán todos los hombres, Y anunciarán la obra de Dios, Y entenderán su hecho.
10  Alegraráse el justo en Jehová, y confiaráse en él; Y se gloriarán todos los rectos de corazón.

Salmos 65:1-13 SRV
1  Al Músico principal: Salmo: Cántico de David. A TI es plácida la alabanza en Sión, oh Dios: Y á ti se pagarán los votos.
2  Tú oyes la oración: A ti vendrá toda carne.
3  Palabras de iniquidades me sobrepujaron: Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.
4  Dichoso el que tú escogieres, é hicieres llegar á ti, Para que habite en tus atrios: Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo.
5  Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, Oh Dios de nuestra salud, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines de la mar.

6  Tú, el que afirma los montes con su potencia, Ceñido de valentía:
7  El que amansa el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, Y el alboroto de las gentes.
8  Por tanto los habitadores de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.
9  Visitas la tierra, y la riegas: En gran manera la enriqueces Con el río de Dios, lleno de aguas: Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.
10  Haces se empapen sus surcos, Haces descender sus canales: Ablándasla con lluvias, Bendices sus renuevos.
11  Tú coronas el año de tus bienes; Y tus nubes destilan grosura.
12  Destilan sobre las estancias del desierto; Y los collados se ciñen de alegría.
13  Vístense los llanos de manadas, Y los valles se cubren de grano: Dan voces de júbilo, y aun cantan.

Salmos 66:1-20 SRV
1  Al Músico principal: Cántico: Salmo. ACLAMAD á Dios con alegría, toda la tierra:
2  Cantad la gloria de su nombre: Poned gloria en su alabanza.
3  Decid á Dios: ­Cuán terribles tus obras! Por lo grande de tu fortaleza te mentirán tus enemigos.
4  Toda la tierra te adorará, Y cantará á ti; Cantarán á tu nombre. (Selah.)
5  Venid, y ved las obras de Dios, Terrible en hechos sobre los hijos de los hombres.
6  Volvió la mar en seco; Por el río pasaron á pie; Allí en él nos alegramos.
7  El se enseñorea con su fortaleza para siempre: Sus ojos atalayan sobre las gentes: Los rebeldes no serán ensalzados. (Selah.)

8  Bendecid, pueblos, á nuestro Dios, Y haced oir la voz de su alabanza.
9  El es el que puso nuestra alma en vida, Y no permitió que nuestros pies resbalasen.
10  Porque tú nos probaste, oh Dios: Ensayástenos como se afina la plata.
11  Nos metiste en la red; Pusiste apretura en nuestros lomos.
12  Hombres hiciste subir sobre nuestra cabeza; Entramos en fuego y en aguas, Y sacástenos á hartura.

13  Entraré en tu casa con holocaustos: Te pagaré mis votos,
14  Que pronunciaron mis labios, Y habló mi boca, cuando angustiado estaba.
15  Holocaustos de cebados te ofreceré, Con perfume de carneros: Sacrificaré bueyes y machos cabríos. (Selah.)
16  Venid, oid todos los que teméis á Dios, Y contaré lo que ha hecho á mi alma.
17  A él clamé con mi boca, Y ensalzado fué con mi lengua.
18  Si en mi corazón hubiese yo mirado á la iniquidad, El Señor no me oyera.
19  Mas ciertamente me oyó Dios; Antendió á la voz de mi súplica.
20  Bendito Dios, Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.

Salmos 67:1-7 SRV
1  Al Músico principal: en Neginoth: Salmo: Cántico. DIOS tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);
2  Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las gentes tu salud.
3  Alábente los pueblos, oh Dios; Alábente los pueblos todos.
4  Alégrense y gocénse las gentes; Porque juzgarás los pueblos con equidad, Y pastorearás las naciones en la tierra. (Selah.)
5  Alábente los pueblos, oh Dios: Todos los pueblos te alaben.
6  La tierra dará su fruto: Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
7  Bendíganos Dios, Y témanlo todos los fines de la tierra.