Julio 8 - Salmos 119:121 120, 121, 122, 123

Salmos 119:121-176 SRV
121  AIN. Juicio y justicia he hecho; No me dejes á mis opresores.
122  Responde por tu siervo para bien: No me hagan violencia los soberbios.

123  Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y por el dicho de tu justicia.

124  Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos.
125  Tu siervo soy yo, dame entendimiento; Para que sepa tus testimonios.

126  Tiempo es de hacer, oh Jehová; Disipado han tu ley.

127  Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro.
128  Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira.

129  PE. Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma.

130  El principio de tus palabras alumbra; Hace entender á los simples.

131  Mi boca abrí y suspiré; Porque deseaba tus mandamientos.

132  Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre.

133  Ordena mis pasos con tu palabra; Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134  Redímeme de la violencia de los hombres; Y guardaré tus mandamientos.

135  Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; Y enséñame tus estatutos.

136  Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley.

137  TZADDI. Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios.
138  Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles.

139  Mi celo me ha consumido; Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140  Sumamente acendrada es tu palabra; Y la ama tu siervo.

141  Pequeño soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos.

142  Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.

143  Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites.
144  Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.

145  COPH. Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos.
146  A ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios.

147  Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en tu palabra.
148  Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos.

149  Oye mi voz conforme á tu misericordia; Oh Jehová, vivifícame conforme á tu juicio.

150  Acercáronse á la maldad los que me persiguen; Alejáronse de tu ley.
151  Cercano estás tú, oh Jehová; Y todos tus mandamientos son verdad.

152  Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste.

153  RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; Porque de tu ley no me he olvidado.
154  Aboga mi causa, y redímeme: Vivifícame con tu dicho.

155  Lejos está de los impíos la salud; Porque no buscan tus estatutos.

156  Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios.

157  Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; Mas de tus testimonios no me he apartado.

158  Veía á los prevaricadores, y carcomíame; Porque no guardaban tus palabras.

159  Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme á tu misericordia.

160  El principio de tu palabra es verdad; Y eterno es todo juicio de tu justicia.

161  SIN. Príncipes me han perseguido sin causa; Mas mi corazón tuvo temor de tus palabras.

162  Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos.

163  La mentira aborrezco y abomino: Tu ley amo.

164  Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu justicia.

165  Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo.

166  Tu salud he esperado, oh Jehová; Y tus mandamientos he puesto por obra.

167  Mi alma ha guardado tus testimonios, Y helos amado en gran manera.
168  Guardado he tus mandamientos y tus testimonios; Porque todos mis caminos están delante de ti.

169  TAU. Acérquese mi clamor delante de ti, oh Jehová: Dame entendimiento conforme á tu palabra.
170  Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme á tu dicho.

171  Mis labios rebosarán alabanza, Cuando me enseñares tus estatutos.

172  Hablará mi lengua tus dichos; Porque todos tus mandamientos son justicia.

173  Sea tu mano en mi socorro; Porque tus mandamientos he escogido.
174  Deseado he tu salud, oh Jehová; Y tu ley es mi delicia.

175  Viva mi alma y alábete; Y tus juicios me ayuden.

176  Yo anduve errante como oveja extraviada; busca á tu siervo; Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

Salmos 120:1-7 SRV
1  Cántico gradual. A JEHOVA llamé estando en angustia, Y él me respondió.
2  Libra mi alma, oh Jehová, de labio mentiroso, De la lengua fraudulenta.
3  ¿Qué te dará, ó qué te aprovechará, Oh lengua engañosa?
4  Agudas saetas de valiente, Con brasas de enebro.

5  Ay de mí, que peregrino en Mesech, Y habito entre las tiendas de Kedar!
6  Mucho se detiene mi alma Con los que aborrecen la paz.
7  Yo soy pacífico: Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.

Salmos 121:1-8 SRV
1  Cántico gradual. ALZARÉ mis ojos á los montes, De donde vendrá mi socorro.
2  Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
3  No dará tu pie al resbaladero; Ni se dormirá el que te guarda.
4  He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda á Israel.
5  Jehová es tu guardador: Jehová es tu sombra á tu mano derecha.
6  El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.
7  Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma.
8  Jehová guardará tu salida y tu entrada, Desde ahora y para siempre.

Salmos 122:1-9 SRV
1  Cántico gradual: de David. YO me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.
2  Nuestros pies estuvieron En tus puertas, oh Jerusalem;
3  Jerusalem, que se ha edificado Como una ciudad que está bien unida entre sí.
4  Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado á Israel, Para alabar el nombre de Jehová.
5  Porque allá están las sillas del juicio, Las sillas de la casa de David.

6  Pedid la paz de Jerusalem: Sean prosperados los que te aman.
7  Haya paz en tu antemuro, Y descanso en tus palacios.
8  Por amor de mis hermanos y mis compañeros Hablaré ahora paz de ti.
9  A causa de la casa de Jehová nuestro Dios, Buscaré bien para ti.

Salmos 123:1-4 SRV
1  Cántico gradual. A TI que habitas en los cielos, Alcé mis ojos.
2  He aquí como los ojos de los siervos miran á la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva á la mano de su señora; Así nuestros ojos miran á Jehová nuestro Dios, Hasta que haya misericordia de nosotros.
3  Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros; Porque estamos muy hartos de menosprecio.
4  Muy harta está nuestra alma Del escarnio de los holgados, Y del menosprecio de los soberbios.